En el mes del corazón, la fundación llama a las personas a mantener una alimentación balanceada, propiciar momentos de descanso, ejercitarse frecuentemente y aprender a manejar el estrés para evitar padecer este tipo de patologías.
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en Chile y en el mundo. Las estadísticas muestran que más de una cuarta parte de los fallecimientos registrados en el país tienen su origen en este tipo de enfermedades, decesos que podrían evitarse con la incorporación de hábitos saludables y la asistencia regular a controles médicos para prevenir o detectar a tiempo el desarrollo de estas patologías.
Diversos son los factores que pueden gatillar el surgimiento de las enfermedades al corazón. Si bien la mayoría de las personas asocian estas enfermedades a una mala alimentación, al sedentarismo y hábitos nocivos como el consumo de alcohol y el tabaco, existen factores emocionales y del entorno que también pueden gatillarlas.
Para la Dra. Sandra Lanza, presidenta de la Fundación Salud Circular la prevención y la incorporación de hábitos saludables de manera diaria es vital para mantener un corazón sano. Igual de importante es cuidar la salud emocional, mediante acciones que disminuyan el estrés, promuevan el descanso y contribuyan al bienestar psicológico de las personas. “La salud emocional es un componente clave en la prevención, desarrollo y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Promover el bienestar psicológico y manejar adecuadamente el estrés y trastornos emocionales representa una estrategia fundamental para la salud cardiovascular. Por ejemplo, el estrés crónico, la ansiedad, la depresión y emociones negativas como la ira y la hostilidad pueden aumentar la presión arterial, provocar inflamación en las arterias y alterar la función del sistema nervioso autónomo, elevando el riesgo de enfermedades cardiovasculares como cardiopatía isquémica, infarto y accidentes cerebrovasculares”, señalo Lanza.
Por su parte, Carla Bonatti, enfermera y vicepresidenta de la fundación señaló que estudios como el Lifestyle Heart Trial han demostrado que los cambios en el estilo de vida pueden detener la progresión de la enfermedad cardiovascular e incluso revertirla. “Estudios demuestran que incorporar hábitos saludables reducen las placas ateroscleróticas y disminuyen eventos cardiovasculares. De ahí la importancia de llevar una alimentación rica en vegetales, legumbres, granos integrales, semillas y frutos secos; incorporar el movimiento a la rutina diaria, gestionar el estrés con pausas, con respiración consciente y con el establecimiento de relaciones positivas”, enfatizó.
Síntomas a los que hay que prestar atención
Entre los síntomas que podrían indicar patologías al corazón están los dolores de cabeza intensos y persistentes, mareos y vértigo, dificultad para respirar, visión borrosa o cambios en la vista, dolor en el pecho o palpitaciones, náuseas, vómitos y fatigas inusuales, hemorragias nasales, entre otros.
En situaciones más complejas la sintomatología incorpora dolor, presión o molestia en el centro del pecho, en brazos, hombro izquierdo, cuello, mandíbula, espalda o estómago, mareos o sensación de desmayo, y sudores fríos y palidez.
En situaciones de mayor gravedad, que podrían indicar la presencia de un ACV, los síntomas a presentar son: debilidad, entumecimiento o parálisis repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo; dificultad para hablar o entender el lenguaje, incluyendo confusión o dificultad para expresarse; problemas repentinos de visión; dificultad para caminar, pérdida de equilibrio, mareos o falta de coordinación; pérdida de memoria, dificultad para pensar o cambios emocionales y de comportamiento y problemas para tragar o controlar esfínteres.